Los vertiginosos avances dados en
todos los ámbitos de la vida del hombre exigen nuevas definiciones en las
instituciones. Inevitablemente las universidades, vistas como campo del conocimiento, no están ajenas a
estos cambios. Estas transformaciones generan
nuevos posicionamientos que implican nuevas producciones, es decir, los
límites son traspasados, las fronteras ya no delimitan los espacios sino que
bajo el concepto de “globalización” los espacios se borran, como dice Rossana
E. Ingaramo “La irrupción de la
globalización como escenario ha reformulado las formas de distribución del
poder y por lo tanto del conocimiento. En este nuevo escenario el acceso a la
información adquiere un perfil sustancialmente diferente a partir de la
configuración de redes…”.
La revolución que esto provocó
ocasionó la restructuración de nuestra vida social-económica y cultural, dando
lugar a una nueva sociedad “sociedad de la informacional”, como lo definió la
misma autora. En este sentido Echeverría acota “E3 (refiriéndose a Tercer Entorno) es un nuevo espacio (…) La
globalización electrónica no solo implica un cambio tecnológico, sino también
una transformación social, cultural y mental. Y en este último aspecto resalto
que las TIC nos exigen profundos cambios mentales, abrirnos a nuevas formas de
comunicarnos, de relacionarnos e inclusive, para nosotros los docentes, de
enseñar”.
La sociedad informacional es a la vez sociedad de la información y el
conocimiento por lo que, entendiendo a la universidad como lugar de producción
y distribución de nuevos conocimientos, se deduce que ella necesariamente se
convierte en un personaje central de este cambio.
Este nuevo panorama reclama que
las universidades redefinan sus roles para adaptarse a estas nuevas
circunstancias, esto es, crear nuevos espacios capaces de dar respuestas
positivas a las transformaciones que ocurren en la sociedad, por esta razón uno
de los desafíos es acotar distancias,
brechas que permitan una educación más equitativa y de calidad.
La UNL participó a través del
tiempo de estos cambios y continúa demostrando estar a la altura de las
exigencias activando, a partir de la reflexión crítica, nuevos espacios que son
campos virtuales con el fin de facilitar el acceso a toda persona que desee
capacitarse sintiéndose parte de una comunidad que privilegia el conocimiento y
la investigación.
Para graficar lo dicho proponemos
hacer un recorrido por el siguiente video:
En conclusión, la creación de la UNLVirtual no solo responde a las realidades emergentes sino que nos permite formar parte de la comunidad universitaria, sintiéndonos participe, junto con la UNL, del cambio social, sin ser excluidos. Además de seguir creando espacios de confluencia de realidades, ya que interactuar con personas alejadas geográficamente nos faculta para crear nuevas configuraciones y ampliar nuestros horizontes.
VALLEJOS, Oscar y NEIL, Claudia. Notas sobre la historia de la ciencia en la Universidad Nacional del Litoral. Universidad Nacional del Litoral I. UNLVirtual
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